Hoy, lunes, seis ertzainas se sentarán en el banquillo de los acusados por la muerte de Iñigo Cabacas, el joven aficionado del Athletic que falleció hace más de seis años tras recibir el impacto de una pelota de goma en las inmediaciones del San Mamés.
Los agentes se enfrentan cada uno a penas de cuatro años de prisión bajo la acusación de homicidio con impudencia grave, en un juicio que se prolongará hasta el 9 de noviembre y en el que prestarán declaración más de un centenar de testigos.
La acusación la sustenta la abogada de la familia de la víctima, Jone Goirizelaia, mientras que la Fiscalía solicita la libre absolución, al considerar que no existió delito en la actuación de la Policía autonómica.
Cabacas resultó herido de gravedad el 5 de abril de 2012 por la noche en una carga policial que realizó la Ertzaintza con motivo de los incidentes que se produjeron en Bilbao después del partido entre el equipo rojiblanco y el Schalke 04 en el viejo San Mamés. El joven falleció cuatro días después en el Hospital de Basurto.