Un año más clausuramos la feria del Arrain Azoka agotados pero satisfechos. Con esa dulce sensación que te queda cuando las cosas salen bien. Y es que ni la lluvia nos ha frenado. Tres días intensos en los que hemos compartido experiencias, recordado anécdotas antiguas, dado a conocer nuestros productos y Bermeo; y por supuesto, en los que hemos puesto a vuestra disposición el mimo, el cariño y la tradición encerrados en cada uno de nuestros productos Serrats.
Esta edición además ha sido muy especial, ya que la Arrain Azoka ha celebrado sus “25 años” a lo largo de los cuales se ha convertido en una cita ineludible y en uno de los escaparates más importantes del mundo pesquero.
Uno de los momentos álgidos de la Feria es la entrega del premio HEGALUZE, un importante reconocimiento que en esta ocasión ha sido para la asociación de mujeres Erroxape que, al igual que la Arrain Azoka, ha cumplido 25 años. Erroxape es una asociación cuya finalidad es la promoción social y cultural de la mujer. Un premio sin duda merecidísimo.
En esta misma línea, esta XXV edición del Arrain Azoka ha puesto en valor el papel de las mujeres en el mundo de la pesca.Neskatilas, Saregiles (rederas), vendedoras de pescado, fresqueras, trabajadoras de las conserveras… Sin ellas, el mundo de la pesca y el pueblo de Bermeo no sería lo que es hoy en día.
En la agenda de este año, además de los 23 puestos de venta, hemos podido contar con la carpa de Bermeo Tuna World Capital (BTWC), una carpa de 300 metros cuadrados donde se han realizado multitud de actividades. Entre otras, en la carpa tuvo lugar la inauguración de la feria, la entrega del premio Hegaluze y también la entrega del concurso de cuentos a alumnos de 5º y 6º primaria, que organiza Conservas Serrats junto con BTWC.
A lo largo del fin de semana también hemos podido disfrutar de simulacros de venta de pescado en la Cofradía vieja, salidas en velero a cargo de Galerna Taldea, charlas, exposiciones, talleres y un montón más de actividades.
Por último queremos hacer mención al comedor que un año más se ha instalado en la cofradía vieja de pescadores, donde muchos voluntarios han participado en la elaboración y venta de auténticas delicias a base de Bonito del Norte o Atún Claro. Platos tradicionales como el marmitako o el bonito a la brasa se combinaban con otros innovadores elaborados por cocineros de buques atuneros. Y todo el dinero recaudado está destinado a familias de Bermeo con necesidades especiales.