Este mes de agosto comienzan las obras para instalar los sistemas de protección de motoristas en 7,2 kilómetros de la carretera N-637 y red funcional del área 1. El plazo de ejecución rondará las cinco semanas y el presupuesto alcanza el compromiso de 500.000 euros anuales al que llegó la Diputación Foral de Bizkaia en 2006, cuando comenzó con este plan para acometer la implantación de las barreras de manera paulatina.
Desde el año 2006, el servicio de conservación de carreteras de la institución foral ha invertido cerca de 6 millones de euros en proyectos específicos de regeneración de sistemas de contención con un total de 96 kilómetros de barreras de protección de motoristas instalados.
Este mismo año se han licitado las obras correspondientes a las carreteras de la red funcional áreas 1 y 2, con un presupuesto de 553.658 euros y una longitud de 8,3 kilómetros. Unas obras que se ejecutarán en 2020. Así, tras esta última actuación, quedarían por instalar 31 kilómetros de barreras, de los que 9,7 kilómetros corresponden a la red funcional y el resto a la red local de carreteras. La Diputación espera que el plan pueda completarse entre los años 2020 y 2024.
Accidentes en carretera y barreras
Los accidentes de motociclistas se concentran en aquellos tramos donde se combinan fuertes deceleraciones con maniobras bruscas sobre la trayectoria del vehículo. En estas condiciones aumentan las probabilidades de que el conductor pierda el control y como consecuencia de ello caiga del vehículo y deslice por la calzada.
Cuadro la caída se produce en zonas donde existe barrera metálica sin protección específica, el deslizamiento sobre la calzada puede acabar en el choque contra los perfiles que anclan la barrera al terreno, ocasionando serios daños al accidentado (proporcionales a la velocidad que desarrollaba el vehículo en el momento de la caída y a las características y disposición de los perfiles de anclaje).
El actual sistema va montado a los postes preexistentes, inicialmente diseñados para proteger la salida de vehículos. Estos sistemas están compuestos por unos elementos horizontales de chapa bionda dispuestos a unos 65/70 cm del suelo, en una o dos filas de barreras que se disponen ancladas sobre unos postes verticales que se clavan en el firme de la calzada.
El sistema para proteger el daño de los motoristas se coloca complementariamente en aquellas barreras preexistentes (en carreteras de nueva construcción va el sistema completo, de salida, la barrera inferior de motoristas y el de contención de vehículos).