A partir del 9 de octubre y hasta el próximo 30 de noviembre la Sala Noble de la Biblioteca Foral de Bizkaia acogerá la exposición `La biblioteca infinita: el legado de Sagarmínaga, 1929-2019´, donde se abordan los orígenes y primeros años de la Biblioteca Foral, hasta la inauguración del inmueble de la calle Astarloa, en 1929 -espacio ampliado en fechas recientes y en el que, noventa años más tarde, sigue ofreciendo sus servicios.
En realidad, esta muestra, organizada por la Diputación Foral de Bizkaia, puede ser considerada doble, puesto que ha sido concebida como una exposición que contiene una segunda en su interior. Así, de una parte se ha reconstruido cómo surgió la Biblioteca Foral a partir de una colección particular excepcional, como era la de Fidel de Sagarmínaga. Pero, al mismo tiempo, se exponen algunos de los materiales exhibidos hace noventa años, con ocasión de la apertura de las instalaciones de Astarloa, en el mismo espacio donde se mostraron en aquella ocasión: la sala de lectura (actual Sala Noble): incunables, ediciones antiguas del Fuero Nuevo, etc.
Para dar cuenta de todo ello, se ha reunido casi un centenar de piezas de tipología muy diversa (desde fondos bibliográficos y documentales hasta mobiliario, instrumental de trabajo, retratos y fotografías, etc.) y procedencia variada (tanto colecciones públicas como privadas), algunas de las cuales no habían sido expuestas al público hasta la fecha.
La exposición pretende rendir homenaje a cuantas personas hicieron posible sentar las bases para que en la actualidad la Biblioteca Foral ofrezca la colección y los servicios que presta. Es un homenaje que intenta reivindicar tanto a sus grandes promotores y gestores, como a aquellas otras personas menos conocidas, pero sin cuya labor la biblioteca actual no habría sido posible. Sin descuidar, por supuesto, su principal razón de ser: el público usuario.
`La biblioteca infinita´ se podrá visitar de lunes a viernes en horario de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Los sábados por la mañana la sala estará abierta de 10:30 a 13:00 horas. La entrada es gratuita, aunque para acceder a ella es necesario presentar DNI, pasaporte o carné de la biblioteca en la entrada.
Por otro lado, durante el tiempo en que permanezca abierta la exposición, habrá visitas guiadas, de unos veinte minutos de duración, tanto en euskera como en castellano, destinadas a grupos de hasta diez personas. Para participar en ellas habrá que reservar plaza en la planta baja de la Biblioteca, o bien a través del teléfono 946082487.
Finalmente, y a modo de complemento de la exposición, se desarrollará un ciclo de conferencias sobre diversas cuestiones vinculadas a algunos de sus contenidos. Así, el día 31 de octubre abrirá el ciclo Susana Serrano, quien disertará en torno a Fidel de Sagarmínaga y su biblioteca. Una semana más tarde, intervendrá Aritz Ipiña con Foru Liburutegia eta memoria historikoa. El 21 de noviembre, Francisco Javier Muñoz hablará sobre la Biblioteca en guerra: la protección del patrimonio de la Biblioteca Foral durante la guerra civil. El ciclo se cerrará el día 28, fecha en la que Gorka Pérez de la Peña presentará El Palacio de Archivos y Bibliotecas: una obra singular de art déco. Todas las conferencias tendrán lugar a las siete de la tarde en la Sala de Prensa, situada en los bajos de la biblioteca. La asistencia será libre hasta completar el aforo y, además, se podrán seguir en directo, mediante streaming.
Fidel de Sagarmínaga
Sagarmínaga, político, historiador y jurista bilbaíno, fue Alcalde de Bilbao (1872), Diputado General de Bizkaia (1876) y fundó la Sociedad Euskal-Erria (1879). Autor de conocidas obras de contenido histórico, como El Gobierno y el régimen foral del Señorío de Vizcaya, gracias a ellas fue nombrado Correspondiente de la Real Academia de la Historia y Cronista Honorario de Bizkaia. Sagarmínaga falleció en su domicilio de la Calle Ronda el 20 de marzo de 1894 sin sucesión directa, ocho días después de haber testado en favor de sus hermanos políticos Ramón y Águeda Padilla Montoto, afincados en Madrid.
Estos ofrecieron a la Diputación la biblioteca particular de Sagarmínaga, compuesta por casi doce mil volumenes, algunos de ellos de gran valor. En base a esa colección se dispuso la organización de la Biblioteca Foral, articulada en torno a dos grandes secciones: una dedicada a temas vascos y otra para el resto de disciplinas. Esta distribución, mantenida hasta nuestros días, ha posibilitado que la Biblioteca Foral sea un referente a nivel de fondos relativos a estudios vascos.