Enero es uno de los meses más complicados de todo el año para la economía doméstica, sobre todo después de los numerosos gastos derivados de las navidades y que se encadenan con la llamada “cuesta de enero”.
Por ello, la Oficina Municipal de Información a la Persona Consumidora del Ayuntamiento de Bilbao (OMIC) quiere recomendar a la ciudadanía las ventajas de practicar un consumo responsable, sostenible, solidario y sanitariamente seguro durante estos días.
Yolanda Díez, Concejala del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, aconseja a las consumidoras y consumidores que “miren más allá del precio y se informen y pregunten sobre todos los detalles antes de realizar la compra”.
Además, este año es muy importante, debido a la COVID-19, mantener las medidas de precaución sanitaria para prevenir contagios. Por eso, la Concejala de Salud y Consumo solicita a la ciudadanía que “use mascarilla a la hora de visitar las tiendas, evite aglomeraciones, y se aplique gel hidroalcohólico antes y después de tocar los artículos en venta”.
Entre los consejos que la OMIC comunica destacan los siguientes:
- Realizar una planificación y llevar un exhaustivo control para conocer cuáles son los gastos reales y determinar cuáles son las capacidades de compra.
- Evitar los gastos innecesarios. Antes de comprar cualquier artículo valorar si realmente se necesita y recordar que también existe el ocio no consumista.
- Analizar comparativamente los precios de los productos antes de decidirse por uno en concreto.
- Gastar de manera responsable. Aquellos gastos imprescindibles, como son los destinados a los servicios de luz, agua, electricidad o gas, pueden verse reducidos con alternativas como el uso de bombillas de bajo consumo, apagando los aparatos eléctricos que no se utilicen para evitar el consumo “stand by”, no abrir las ventanas con la calefacción encendida o apagar las luces al salir de cualquier habitación de la casa en la que no se vaya permanecer.
- Las tarjetas de crédito conllevan una serie de gastos que pueden ser contraproducentes para mantener una economía ajustada. Puede ser una decisión acertada prescindir de las denominadas “tarjetas revolving”, que permiten establecer una cuota fija mensual, aplazando las compras de manera automática, pero que incrementan el crédito. En relación a éstas señalar, que una nueva normativa entrará en vigor a finales de enero, incorporando mejoras destinadas a aumentar la transparencia en la información al cliente en la contratación y a lo largo de toda la vida del contrato y de ese modo evitar intereses que rozan la usura.
- En enero muchos establecimientos comerciales inician su periodo de rebajas, aunque estas ventas pueden tener lugar en los períodos estacionales de mayor interés comercial según el criterio de cada comerciante. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado y no dejarse llevar por el impulso consumista que motive compras totalmente innecesarias solamente por el hecho de tener un precio rebajado. Además, hay que tener en cuenta que la rebaja se aplica sólo a los precios del producto, no a la calidad ni a la garantía.
- Asimismo, si el establecimiento luce un distintivo que acepta pago con tarjeta, deberá aceptarlo también en rebajas, salvo que se indique de forma visible que queda excluido. Los comerciantes no tienen obligación de devolver ningún artículo a no ser que esté defectuoso, pero si un establecimiento durante el año admite devoluciones tendrá que aceptarlas en época de rebajas salvo que indique de forma visible lo contrario. En el caso de aceptar devoluciones se aconseja preguntar siempre si se devuelve el dinero, se cambia por otro producto o por vales para evitar posteriores conflictos.
- Comprar es una relación de intercambio comercial basado en el diálogo y la transparencia. Por ello, es necesario solicitar el ticket de compra, por si surge algún problema, e incluso conservar la publicidad.
- Apostar por el comercio adherido al sistema arbitral de consumo es la vía más fácil para resolver conflictos de consumo.
- Acudir a las tiendas con mascarilla, evitar las aglomeraciones de gente, respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas, y aplicarse gel hidroalcohólico en las manos antes y después de tocar los productos.
La Concejala de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, Yolanda Díez, recuerda que todos los servicios que presta la OMIC están recogidos en una Carta de Servicios certificada conforme a la norma de calidad aplicable. “Trabajamos el consumo desde la triple perspectiva del consumo responsable, sostenible y solidario, y buscamos formar consumidores y consumidoras conscientes de sus derechos”.