La empresa Glovo ha sido acusada de fraude por obligar a sus repartidores o «riders» a trabajar como falsos autónomos. El juicio ha sido impulsado por la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social.
Según el sindicato LAB, ayer se comenzó con la preparación para el juicio y comenzaron a contactar con más de 200 de sus trabajadores para que designen a sus abogados y les ayuden durante el periplo. «No cabe otra sentencia que el reconocimiento de la relación laboral entre la empresa y sus repartidores» anunciaba el LAB, y la lucha no ha hecho más que comenzar». Éste quiere que el primer paso sea el reconocimiento de la laboralidad, pero después quiere continuar exigiendo la devolución de cuotas de autónomos, salario, horarios, garantías de salud laboral, etc.
LAB lanzaba esta petición a través de la aplicación del régimen laboral, y demandaba también un refuerzo de inspecciones de trabajo y otros mecanismos necesarios para controlar el fraude de este tipo de empresas.
Además de en Bizkaia, el juicio también se va a celebrar en San Sebastián, Vitoria-Gasteiz y Pamplona.