Los incidentes se produjeron tras la finalización de la manifestación convocada por la liberación del rapero Pablo Hasél, sobre las 13:30 horas en la zona de la Plaza Moyúa.
Varios jóvenes cruzaron contenedores en la plaza y en las calles contiguas y echaban a correr acto seguido por la Gran Vía hacia el Casco Viejo, mientras seguían cruzando contenedores. Los ertzainas intentaban interceptar a los individuos, mientras éstos se enfrentaban a los agentes lanzándoles botellas de cristal o piedras. Finalmente, identificaron a dos de ellos y procedieron a su detención.
Ante estos actos, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha condenado los incidentes, señalando que éstos «deslegitiman a quien así actúa y el derecho que reivindica». Además, se solidarizaba con el reportero gráfico que resultó también agredido mientras realizaba su trabajo durante los altercados: sobre lo «contradictorio que resulta que quien defiende la libertad de expresión agreda a un representante de un medio de comunicación».
Aburto, añadía: «queremos rechazar y mostrar nuestro desprecio más absoluto. Decimos sí a la libertad de expresión, se puede reivindicar y mostrar cada uno sus ideales de manera pacífica, pero no se puede insultar, molestar ni usar la violencia».