Un total de 78 entidades, tanto públicas como privadas, formaron ayer en Bilbao el Corredor Vasco del Hidrógeno, proyecto que nace para avanzar en la descarbonización de algunos sectores como energía, movilidad, industria y servicios. Esta iniciativa supondrá la inversión de 1.300 millones de euros hasta 2026, y generará más de 8.000 empleos.
La idea, inicialmente impulsada por Petronor-Repsol, cuenta con 34 iniciativas concretas con el objetivo de producir 2.000 toneladas de hidrógeno al año. Esto supondría una reducción de emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, ha participado en el acto de firma de adhesiones al Corredor y destacaba que este proyecto cuenta con el respaldo financiero de la UE, e insistía en que el hidrógeno es un «elemento imprescindible» para la transición energética y la lucha contra el cambio climático, por lo que es necesario adoptar un posicionamiento estratégico.