Jesús, un hombre de 85 años que se encontraba en casa de su hija recuperándose de dos operaciones de rodilla, no ha podido volver a la vivienda de Trapagaran en la que ha residido durante 65 años porque esta ha sido okupada.
De nada sirvió la alarma instalada en la casa, que advirtió de la entrada de las familias que el pasado 28 de junio invadieron la casa para quedarse a vivir en ella. Los okupas han mostrado a los vecinos un contrato de alquiler, pero al parecer éste es falso.
Ante esta situación Jesús ha iniciado el proceso judicial, que puede alargarse, por lo que la familia ha decidido optar por la presión ciudadana, contando con el apoyo de los vecinos del lugar.
