La Diputación Foral de Bizkaia ha devuelto a la naturaleza dos ejemplares de ánsar piquicorto, una especie muy poco común en esta zona, que ingresaron el pasado 9 de octubre en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Bizkaia con signos de debilidad.
Estos animales se recogieron en Muskiz y Trapagaran y una vez en las instalaciones forales recibieron alimentación forzada basada en una papilla enriquecida, dado que no eran capaces de comer por si solos (uno de ellos incluso permanecía postrado en el suelo, sin poder levantarse). Con el paso de las semanas, las aves volvieron a ser capaces de alimentarse por sí mismas y, tras comprobar que se había producido el incremento de peso necesario y evaluar otras variables, el personal técnico del centro determinó que los ejemplares estaban en condiciones óptimas para volver a la naturaleza.
Antes de que se produjera su liberación en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, los dos ejemplares fueron anillados en el que ha sido el primer anillamiento que se realiza a animales de esta especie en el Estado español.
El ánsar piquicorto es un ave de la familia de las anátidas. Propia de Europa, cría en Groenlandia e Islandia, aunque durante el invierno se desplaza a Gran Bretaña y Países Bajos. Es un ganso de tamaño medio, de aproximadamente 2 o 3 kilos de peso, parecido al ánsar campestre, aunque ligeramente más pequeño y compacto, de cuello más corto y con una pequeña zona rosa en el pico, en lugar de naranja.
Es una especie difícil de ver en estas latitudes, aunque últimamente se han avistado algunos ejemplares en la zona cantábrica y en Galicia.