Los datos recogidos por el último informe de Crecimiento Empresarial de Cepyme, que compara la situación empresarial de España con la de otros países europeos, indican que se encuentra por encima de la media de la Unión Europea en costes y tributos a pagar al Estado por los beneficios netos que tienen sus empresas.
Concretamente la empresa española soporta una carga impositiva total que equivale al 47% de su beneficio neto antes de impuestos, mientras que la media europea se sitúa en el 40%.
La carga impositiva total sobre las compañías españolas duplica la que se aplica en países como Croacia, Dinamarca y Rumanía y resulta al menos un 50% mayor que la que recae sobre las empresas irlandesas y de Reino Unido. Por el contrario, los países cuyas cargas impositivas sobre las sociedades son superiores a las españolas son Alemania (49%), Bélgica (55%) Italia (59%) y Francia (61%). En el caso de estos países, esta situación se produce en consonancia a la posesión de un tejido productivo más fuerte y con empresas de una mayor entidad.
