En el marco del programa Bilduma La Encartada Fabrika-Museoa, ubicada en Balmaseda, ofrece cada cuatro meses una miniexposición monográfica dedicada a una pieza, elemento u objeto de la colección del museo.
La Encartada Fabrika-Museoa ofrece la posibilidad de visitar una antigua fábrica prácticamente en el mismo estado con el que fue concebida hace más de 100 años. Desde 2007 esta fábrica del siglo XIX se ha convertido en un museo, que transporta a quienes lo visitan a los inicios de la revolución industrial.
Son muchos los artículos que se produjeron en esta fábrica a lo largo de sus cien años de existencia. De sus telares salieron boinas, calcetines, gorras… y también mantas, como la que presenta esta miniexposición. Piezas de lana de tejido recio y resistente, a las que se aplicaba un batanado medio que unifica trama y urdimbre, rematando sus extremos en flecos sueltos. El resultado era un artículo básico para el abrigo que, además de su evidente aplicación como manta, podía usarse como capote frente a la lluvia y el viento o disponerse como improvisado toldo para guarecerse de las inclemencias climáticas. Por su utilidad para quienes vivían sobre el terreno y necesitaban un elemento de aplicación multifuncional, fueron conocidas como mantas de pastor, pero también fueron utilizadas para otros usos: así, fueron utilizadas por los cuerpos de infantería prácticamente en todas las contiendas militares que tuvieron lugar hasta la década de 1960.
La manta del gudari Vicente Porto Paúl. De manta de pastor a manta militar
La manta de pastor o manta de gudari que se expone en el museo perteneció a Vicente Porto Paúl. Fue gudari del ANV 1 Olabarri, uno de los batallones del ejército miliciano formado por el Gobierno Vasco en el contexto de la Guerra Civil de 1936.
Mantas para los gudaris
Para surtir de mantas al ejército popular en 1936, El Gobierno Vasco utilizó la producción de varias empresas, entre ellas La Encartada S.A. Las piezas elegidas fueron estas mantas básicas, conocidas popularmente como manta de pastor, confeccionadas en los telares catalanes Ninet que todavía se conservan en la fábrica.
Los gudaris: un ejército miliciano
La mayoría de los gudaris fueron grupos de voluntarios personados en la defensa de Euskadi. El batallón ANV 1 Olabarri, al que pertenecía Vicente, se formó entre agosto y septiembre de 1936. Creado bajo la disciplina de Acción Nacionalista Vasca, en su mayoría procedían de la zona de Bizkaia y un pequeño grupo de guipuzcoanos que se había destacado frente al avance de las tropas del General Mola desde Navarra.
Memoria con urdimbre y trama
Confeccionada como manta de pastor, fue destinada al equipamiento militar del gudari Vicente Porto Paúl y, terminada la guerra, le acompaño en su vuelta a casa, donde se usó como base de planchado durante décadas. En 2007 la familia de Vicente la dono al museo, donde ahora se expone como memoria de las personas y máquinas que la fabricaron, pero también como testimonio del hombre a quien acompañó en el escenario bélico. Una manta como símbolo y ejemplo de un legado patrimonial industrial y bélico, pero, sobre todo, vital.