Charlamos con el reciente fichaje para el ataque rojiblanco tras sus primeras semanas en Lezama
Álvaro Djaló está cumpliendo un sueño en el Athletic. Criado en Otxarkoaga desde que tenía dos meses de edad, el atacante rojiblanco regresa a casa tras una fructífera etapa en Portugal, donde marchó a los 17 años lleno de ilusión con el objetivo de convertirse en futbolista profesional y donde no ha parado de crecer: «Estoy muy feliz por volver a casa, con mis padres, mi familia y mis amigos», cuenta Djaló. «Los compañeros de equipo me han acogido muy bien, se nota que es un grupo que está muy unido», añade.
El reciente fichaje del Athletic recuerda con cariño sus primeros «partidillos» con los amigos en la plaza de Otxarkoaga: «Jugábamos hasta las tantas en la calle, hasta que se escondía el sol. Si subiamos a casa a beber agua se acababa el chiringuito, así que… Eran buenos momentos. Hoy en día es raro ver a chavales jugando a fútbol en la calle, están todo el rato con el móvil. Yo he disfrutado de esa época de aprender a jugar a fútbol en la calle con libertad».
El primer equipo de Djaló fue el Berriotxoa Fútbol Sala de Santutxu, donde ingresó con 10 años, y más tarde dio el paso al fútbol 11 en la UD San Miguel. Después pasó a formar parte del equipo juvenil de la SD Begoña, en el campo de fútbol de Mallona. Su familia, procedente de Guinea-Bisáu, siempre ha estado muy agradecida a la ciudad y a la gente del ‘Botxo’ por la acogida que les brindaron: «Bilbao y su gente les ayudaron mucho a mis padres. Quieras o no, a todo el mundo aquí le encanta el Athletic y le coges cariño al equipo».
En este sentido, Djaló ha destacado el papel que jugó Iñaki Williams en su acercamiento al Athletic: «Yo siempre lo he dicho y lo sigo diciendo. Gracias a él, a su trabajo y dedicación, ha abierto muchas puertas a la gente de color de aquí. En mi caso, fue un reflejo de lo que podía llegar a hacer. Tenemos que ser muy gratos todos con los hermanos Williams porque han echado la puerta abajo».
Sobre su salida al extranjero a los 17 años, Djaló admite que «no me lo pensé dos veces. Quería ser jugador y llegar a la élite, poder jugar competiciones europeas y enfrentarme a los mejores. Asumí el riesgo con un claro objetivo: trabajar y trabajar para dar el salto».
Djaló debutó en la Champions con el Sporting Clube de Braga, donde jugó cinco partidos y marcó dos goles: «De pequeño les decía a mis amigos que algún día jugaría la Champions. Ellos se lo tomaban a broma. Lo conseguí y la primera vez que escuché el himno se me puso la piel de gallina. Pensé: hasta dónde he llegado y lo que queda todavía».
Este temporada volverá a Europa con su Athletic: «Será bonito de ver después de tantos años. Siento al equipo muy unido, todos remamos en el mismo barco, y creo que va a ser muy importante en un año con tantas competiciones. Además, que la final sea en San Mamés será una motivación extra para todos».
Para acabar, Djaló ha recordado que «este año vienen muchos partidos muy importantes y nos van a obligar a sacar lo mejor de nosotros. Aquí tanto los jugadores como el entrenador, todo el mundo es del Athletic, y vamos a tener que trabajar duro porque será una temporada larga y muy bonita para seguir».
