El padre y su hija de 4 años juegan a adivinar si el ruido de las deflagraciones que se escuchan pertenecen al motor de un avión o por el contrario se trata de una bomba. La niña responde que lo que oye es un bombardeo y los dos empiezan a reír.
Abdullah Muhammed ideó el juego para que su hija no se asustara de los bombardeos y paliar los efectos psicológicos que el conflicto causa en los niños.