La Diputación Foral de Bizkaia activará el próximo 1 de noviembre el Plan de Vialidad Invernal 2020-2021, que permanecerá activo hasta el 30 de abril de 2021 para hacer frente a las adversidades del invierno en la red foral de carreteras de Bizkaia. En la presentación del plan, el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, ha subrayado que el objetivo es minimizar los riesgos que la nieve y el hielo pueden llegar a suponer para la seguridad de las personas usuarias de las carreteras de Bizkaia. Así mismo, ha destacado la importancia de mantener abiertas las carreteras, como elemento fundamental de la movilidad y de la actividad económica en el territorio.
El operativo diseñado para este invierno contempla el despliegue en las carreteras de Bizkaia de cerca de 400 profesionales entre personas conductoras de quitanieves, acompañantes y vigilantes, a las que hay que sumar todo el personal que coordina el Plan de Vialidad Invernal desde los centros de control de carreteras de la Diputación Foral. En cuanto a recursos materiales, esta campaña cuenta con 82 máquinas quitanieves y un acopio de 10 millones de kilos de sal para esparcir en las carreteras y evitar la formación de placas de hielo.
La innovación, también en los quitanieves
Si bien el despliegue de recursos es similar a los planes de años anteriores, Pradales ha puesto en valor la introducción de criterios de innovación para optimizar su utilización. De este modo, siguiendo la línea marcada en otras áreas del departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, mediante la innovación se logra una mayor eficiencia y eficacia en la gestión de los recursos públicos.
Según ha explicado, los 82 quitanieves han sido equipados con cámaras y sistemas de posicionamiento, y enviarán en tiempo real a los centros de control información sobre su actividad, situación, y sobre el estado de la carretera. Esa información se procesará junto a la que transmiten las seis estaciones meteorológicas propias y otros sistemas de información de la red foral de carreteras, de modo que en el Centro de Control se puedan determinar los recorridos más adecuados para los quitanieves o el reparto de sal en función de la situación real y previsible. Esos recorridos serán transmitidos a las pantallas de los sistemas de guiado de cada quitanieves, donde también se aportará a los conductores información sobre bloqueos de la vía u otras incidencias.
Cuatro niveles de condiciones de tráfico
Para determinar la movilización de los recursos el Plan de Vialidad Invernal establece cuatro niveles de condiciones del tráfico, según la presencia de nieve y hielo en la calzada. El director de Innovación y Gestión Viaria de la Diputación, Jon Larrea, ha explicado que en el nivel verde, nevando sin cuajar, se mantiene la circulación con prudencia. El segundo nivel, amarillo, es aquel en el que la nieve comienza a cuajar y es posible que haya placas de hielo en la calzada, por lo que se limita la velocidad máxima y se prohíbe la circulación a camiones y articulados. En el nivel rojo existe nieve y hielo en la calzada de forma generalizada, por lo que únicamente se puede circular con cadenas o neumáticos especiales. Por último, el nivel negro es el de una carretera completamente intransitable y que por lo tanto se cierra al tráfico.
Para actuar en esas situaciones, el Plan de Vialidad categoriza las carreteras en tres niveles de prioridad. En las carreteras de nivel 1 se mantendrá como mínimo un nivel amarillo de circulación; en las de nivel 2, el nivel amarillo durante el día y nivel rojo durante la noche; y en las de nivel 3 se actúa cuando estén garantizados los dos niveles anteriores.
Larrea ha señalado que los recursos que se activan en este plan son los adecuados para hacer frente a las consecuencias del invierno en Bizkaia, pero así mismo ha apelado a la responsabilidad de las personas usuarias de las carreteras. En caso de mal tiempo, ha subrayado, es importante seguir recomendaciones básicas como la de mantenerse bien informados de la situación meteorológica y del tráfico, evitar en la medida de lo posible ponerse al volante y utilizar el transporte público, mantener el vehículo en buen estado y bien equipado ante cualquier eventualidad y, ante todo, extremar las precauciones al conducir.
