El estudio preliminar del consistorio ha planteado la premisa de que la isla de Zorrozaurre puede aprovechar la oportunidad ser autosuficiente y generar su propia energía sin recurrir a la combustión. Este proyecto convertiría la isla en «un demostrador de energía, limpia, segura, eficiente y competitiva».
Con esta idea sobre la mesa, se ha contactado con los tres clusters implicados (medio ambiente, construcción y energía) y con seis empresas: Idom, Telur, LKS Krean, Engie, Achilles Renewables y Giroa Veolia, para que aporten su experiencia y conocimiento para estudiar por donde comenzar a desarrollar el plan.
Asier Abaunza, concejal de Proyectos estratégicos, detalla que para conseguir este proyecto se debe plantear «un sistema mixto, centralizado y escalable» acompasado al ritmo de desarrollo de la isla.
Los paneles solares serán parte del paisaje a la vez que una fuente de energía para la autogeneración, ya que la biomasa y la energía eólica se han descartado por la incompatibilidad con la trama urbana.
Otra fuente por la que se va a apostar es la geotermia porque «es más consistente, da mejores resultados», afirmaba Abaunza. Para ello hay que realizar análisis de aspectos como el rendimiento térmico, la capacidad de recuperación, el exceso de perforaciones o la permeabilidad.
La energía hidrotérmica, supondría captar agua de la ría y esto provocaría «complicaciones adicionales» como obtener permisos o un gran impacto ambiental. En el caso de la aerotermia, aún se esta probando en la zona norte y «se prevé un aporte eléctrico verde sobre todo en las primeras fases de desarrollo de la isla, y de cara a atender a picos de demanda».
Por otro lado, los expertos proponen la digitalización del sistema para optimizar la demanda, y la aplicación de la urbótica, para integrar la tecnología en el diseño urbanístico de la isla.
Finalmente, Abaunza comentaba que el papel del sector privado será primordial, y que algunos de los promotores ya lo tienen interiorizado y lo han contemplado en su oferta.
