Los hechos de este suceso ocurrieron en julio de 2019, cuando el hombre en cuestión atacó a su mujer con una porra y con un cuchillo de grandes dimensiones en un piso de Portugalete.
Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió lesiones por todo el cuerpo y desde entonces padece un trastorno de estrés postraumático que necesita tratamiento psiquiátrico.
La sentencia, además de condenar al acusado a siete años de cárcel, también le impone una orden de alejamiento de la víctima durante 15 años y una medida de libertad vigilada que consiste en un tratamiento de deshabituación del alcohol al salir de prisión, y una indemnización a la víctima con 30.000 euros.
El tribunal ha condenado al agresor por delito de asesinato con alevosía en grado de tentativa, con el agravante de parentesco y por razón de sexo, contando con la atenuante embriaguez del acusado, reduciendo la condena.
