Cuatro personas investigadas por pesca ilegal de tiburones protegidos en Ondarroa

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La Ertzaintza ha abierto diligencias en calidad de investigados contra cuatro personas por un presunto delito medio ambiental por la pesca de tiburones protegidos en Ondarroa, la comercialización de sus restos y falsedad documental.

A finales del año 2017, la Ertzaintza recibió una denuncia sobre un presunto delito continuado de pesca y comercio ilegal de aletas de tiburones protegidos que serían desembarcados en el puerto de Ondarroa. Según la denuncia, estas actividades se llevarían a cabo por algún barco pesquero autorizado para la pesca de determinadas especies de escualos, que aprovecharía ese permiso para pescar ilegalmente tiburones protegidos en aguas exteriores, para la posterior venta de su carne y de sus aletas con ánimo de lucro. 

En el transcurso de la investigaciones, en el mes de abril de 2018 el Servicio de Inspección Pesquera del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación realizó una inspección a dos barcos autorizados que había atracado en el puerto de Ondarroa, tras varios días de navegación en aguas exteriores del Golfo de Bizkaia. Durante su inspección, los técnicos localizaron en la bodega del barco veinte ejemplares de marrajo sardinero (Lamna nasus), especie de tiburón protegida por el convenio que regula el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES.

Además, los técnicos también comprobaron que el capitán del barco inspeccionado había alterado datos en el diario electrónico de a bordo consistentes en hacer pasar las capturas de los marrajos sardineros por pesca accidental de marrajo común, todo ello con el ánimo de entorpecer la labor inspectora durante el desembarco de las capturas.

Ante esta situación, se decomisaron los veinte ejemplares de marrajo sardinero, que fueron entregados al Banco de Alimentos de Bizkaia, para su reparto entre diversas organizaciones sin ánimo de lucro. Dada la importancia de la pesca ilegal detectada, esta actuación del Servicio de Pesca Marítima se incorporó a las diligencias policiales, lo cual permitió la imputación de cuatro personas (el capitán del barco, el responsable de la gestión de su pesca y las personas responsables de la empresa armadora propietaria de la embarcación) por un presunto delito continuado contra la fauna, comercialización de sus restos y falsedad documental.

El Juzgado de Instrucción nº 2 de Gernika se ha hecho cargo de las investigaciones.