El Ayuntamiento de Bilbao acaba de finalizar las obras de renovación integral de la zona infantil de Campo Volantín, espacio al que se ha dotado de una temática vinculada a la cultura y mitología vasca.
Un espacio, abierto al público este mismo mes de enero, al que se ha desplazado el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado por el concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza y otros miembros de la corporación municipal.
Los trabajos desarrollados en Campo Volantín se han ejecutado en cuatro meses y han contado con un presupuesto de 576.292,44 euros.
Nuestros símbolos, patrimonio, mitos y leyendas protagonizan esta renovada área para niñas y niños en cuyo diseño se han priorizado los siguientes aspectos:
- Elementos de juego integradores y complementarios.
- Uniformidad estética, de forma que tenga una identidad y se convierta en un espacio público que añada valor a la ciudad.
- Que muestre y haga partícipe de la mitología vasca a niñas, niños y público adulto.
Por tanto, a través de elementos de juegos inclusivos y coherencia estética –a base de materiales como madera natural y acero–, se plantea un itinerario mágico con referencias continuas al concepto de bosque, a la arquitectura tradicional y a los seres mitológicos. En él tienen cabida, por ejemplo, elementos y áreas de juego como la Playa de Lamia, el Columpio Tarttalo, la Casita de Sorgiña, el Rebaño de Basajaun, la Cueva de Mari, el Laberinto Eguzkilore o el Trampolín Marigorringo.
Una imaginativa propuesta argumentada, con referencias y explicaciones en euskera y castellano, que plantea a las y los más pequeños retos y enigmas con el objetivo de acercarlos y motivar su interés por conocer más de nuestra cultura y tradiciones.
Se han instalado en este espacio juegos –físicos, sensoriales y sociales– para edades comprendidas entre 1 y 12 años, de forma que todas y todos puedan encontrar un elemento con el que divertirse.
La obra en Campo Volantín ha incluido también la ejecución de una losa de cimentación reforzada para evitar afecciones por las raíces del arbolado cercano al pavimento infantil.