Ayer por la tarde el buque de salvamento vasco Aita Mari llevó a cabo el rescate de 31 personas que se encontraban en un pequeño bote de madera, tres de las cuales eran mujeres embarazadas y 10 menores de edad, cuatro de muy corta edad e incluso un bebé de tres meses. En cuanto a su origen, la mayoría proceden de Costa de Marfil, Senegal y Guinea Conakry.
El Gobierno italiano le ha concedido al Aita Mari puerto en Civitavecchia, a unos dos días de navegación, un hecho que el barco de salvamento ha denunciado porque «aumenta el sufrimiento de los supervivientes». De hecho, el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar exige que en casos de rescate se debe dar el puerto seguro más cercano a la ruta que lleva el barco, una norma que Italia no ha respetado.
