Devolver unas prendas en un establecimiento no suele ser una tarea difícil. Normalmente basta con llevar el ticket de compra y los productos adquiridios, pero a veces, se dan situaciones un tanto surrealistas.
La usuaria de X @CioLerma ha compartido lo que vivió en un comercio. «Acabo de oír lo que creí que no oiría jamás», adelanta. Esta fue la conversación: