Esta semana, el Ayuntamiento de Bilbao ha concluido la intervención en las fachadas de 19 portales de la calle Bruno Mauricio Zabala, pertenecientes a las conocidas como Casas Ferroviarias.
A propuesta de la Asociación Vecinal Zabala Berri, la Oficina Municipal de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala ha llevado a cabo el inventario, rehabilitación y colocación de las placas de cerámica de estos edificios.
La intervención ha corrido a cargo del artista bilbaino Iñigo Varona Sánchez, y ha costado un total de 5.630 €.
En primer lugar se determinó el número de portales en los que existían dichas placas y se comprobó su estado, para después comenzar con a la restauración y limpieza de éstas. Las placas, ahora recuperadas, identificaban a los edificios -en los que se encontraban desde su misma construcción-, con letras en lugar de mediante números como en el resto de la Villa y, con el paso del tiempo, muchas se encontraban deterioradas o habían desaparecido.
Tras llevar a cabo diversas pruebas de color, sobre diferentes soportes y mediante distintas técnicas, finalmente se eligió la técnica de la serigrafía cerámica, dado que la calidad de reproducción respecto al diseño original es óptima.
Este proyecto se enmarca en el Plan de Actuación Compartida para Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala ‘Auzokizuna 2020’, que persigue mejorar la calidad de vida y la convivencia en la zona.
UN BARRIO CENTENARIO
La construcción de las llamada Casas Ferroviarias de Zabala son un ejemplo de las soluciones habitacionales para el problema de la vivienda obrera existente a principios del siglo XX y que se intentaron solventar de la mano de la ‘”Ley de las Casas Baratas”.
Promovidas por la Asociación Cooperativa General de Empleados y Obreros de los Ferricarriles de España –a la que deben su nombre- las Casas Ferroviarias nacieron para crear 275 viviendas en régimen de alquiler –con cuotas mensuales de entre 30 y 50 pesetas-.
Diseñadas en 1924 por el arquitecto Fransisco Alonso Martos, se sitúan a ambos lados de la calle Bruno Mauricio Zabala y muestran, en sus fachadas, un estilo decorativo inspirado en el regionalismo montañés. En la actualidad, estas edificaciones, prácticamente centenarias representan buen parte del patrimonio sentimental y artístico del barrio.